VAYAN ESTOS VERSOS DE NUESTROS AMADOS POETAS....!!!
José Martí
Con la primavera
Con la primavera
Viene la canción
La tristeza dulce
Y el galante amor
Con la primavera
Viene una ansiedad
De pájaro preso
Que quiere volar
No hay cetro más noble
Que el de padecer: Sólo un rey existe
El muerto es el rey.
Nicolás Guillén
Mariposa
Quisiera
hacer un verso que tuviera
ritmo de Primavera;
que fuera
como una fina mariposa rara,
como una mariposa que volara sobre tu vida, y cándida y ligera revolara
sobre tu cuerpo cálido de cálida de palmera
y al fin su vuelo absudo reposara
—tal como en una rosa azul de la pradera—
sobre la linda rosa de tu cara...
Quisiera
ser un verso que tuviera
toda la fragancia de la Primavera y que
cual una mariposa rara revolara sobre tu vida,
sobre tu cuerpo, sobre tu cara.
Gabriela Mistral
Doña Primavera
Doña Primavera
viste que es primor,
viste en limonero
y en naranjo en flor.
Lleva por sandalias
unas anchas hojas,
y por caravanas
unas fucsias rojas.
Salid a encontrarla
por esos caminos
¡Va loca de soles
y loca de trinos!
Doña Primavera
de aliento fecundo,
se ríe de todas
las penas del mundo…
No cree al que le hable
de las vidas ruines
¿Cómo va a toparlas
entre los jazmines?
¿Cómo va a encontrarlas
junto de las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?
De la tierra enferma
en las pardas grietas,
enciende rosales
de rojas piruetas.
Pone sus encajes,
prende sus verduras,
en la piedra triste
de las sepulturas…
Doña Primavera
de manos gloriosas,
haz que por la vida
derramemos rosas:
Rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño,
y de exultación.
Antonio Machado
La primavera besaba
La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda
Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil…
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril
Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor -recordé-, yo he maldecido
mi juventud sin amor
Hoy, en mitad de la vida,
me he parado a meditar…
¡Juventud nunca vivida
quién te volviera a soñar!
Octavio Paz
Primavera a la vista
Pulida claridad
de piedra diáfana,
lisa frente de estatua sin memoria:
cielo de invierno, espacio reflejado
en otro más profundo y más vacío.
El mar respira apenas, brilla apenas.
Se ha parado la luz entre los árboles,
ejército dormido.
Los despierta
el viento con banderas de follajes.
Nace del mar, asalta la colina,
oleaje sin cuerpo que revienta
contra los eucaliptos amarillos
y se derrama en ecos por el llano.
El día abre los ojos y penetra
en una primavera anticipada.
Todo lo que mis manos tocan, vuela.
Está lleno de pájaros el mundo.
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